Usui Sensei describía el Reiki como: “El arte secreto de invitar a la felicidad, la medicina espiritual de todas las enfermedades”.
Mi Maestro, Frank Arjava Petter define el Reiki como curación para el cuerpo, la mente y el espíritu.
Para mí, el Reiki es un estilo de vida que enriquece mi espíritu, mi mente, mi cuerpo y me guía a canalizar mis emociones. Reiki es el medio a través del cual renace la conexión con la Divinidad.
Reiki es sumergirse en un mundo mágico de sanación y espiritualidad que conllevan a un buen vivir.
Y lo que me llevó a definirlo de esta manera es que, en serio, viene transformando mi existencia. A través de la práctica del Reiki, me veo cada vez más humana y abrazo cada uno de mis matices, me acepto en mis días de incertidumbres como también me abrazo en mis momentos de grandes alegrías.
Reiki, ha venido siendo la herramienta para recordar mi espiritualidad y mi conexión con la Divinidad, lo que hace que mi vida tenga mayor sentido y desee compartirlo contigo.
Comencé como aprendiz y antes de continuar, necesité hacer un alto y esculcarme adentro, para "darme cuenta" de que gran parte de mis memorias y mis pensamientos venían de patrones aprendidos y marcados en cada de una de mis células como si fueran verdades absolutas. Entonces allí, como paciente, recobro mi identidad y voy valorando cada experiencia como parte de mi aprendizaje, soltando el resultado y permitiendo a cada ser que me acompaña, que viva a su propio ritmo ese mismo "darse cuenta".
Es un camino de matices que alegran y abruman al mismo tiempo, te asustas cuando evidencias cada vez más todo lo que traes contigo, sin embargo, te animo a no desfallecer, sigue adelante que esa es la dirección correcta, de no ser así, no estarías aquí.
Ahora me siento feliz de decir con firmeza, estoy aquí para ti, porque vengo estando para mi y eso se siente ¡Tan bien!
Gracias por acompañarme en este viaje!
Con amor y gratitud,
Andrea T.
